LA (IN)COMPRENSIÓN DE LA MALDAD Y LA EPIGENÉTICA
Ciudad de México a 07 de julio de 2012
En algún momento intenté desarrollar un pequeño ensayo cuyo objeto fuera la maldad, para cumplir con ese fin, que por cierto, todavía no concluyo, veía con interés el programa de Discovery Chanel llamado “índice de maldad[1]”, seguí las páginas electrónicas tratantes de la vida de Charles Manson, y volví a releer, entre otros, dos libros, el Psicoanalista[2] y Una investigación filosófica[3].
En este contexto, como puedes ver, me documenté de cierto modo que puedo reconocerme como un incipiente conocedor de la maldad gracias a algunos escritores que hicieron sobre este tema tratados extensos y profundos.
Con todo lo anterior es claro que por lo menos en teoría no debo sorprenderme fácilmente de aspectos malignos, bueno, eso creía…
El día de ayer, los diarios, El país de España y la Crónica de hoy en México publicaron artículos sobre un mismo tema, los cuales me arrojaron la reflexión de que la maldad continua siendo compleja, ingraduable e impredecible.
Los artículos periodísticos nos refieren al espacio geográfico en La Argentina, en el cono sur del continente Americano; al espacio político de los gobiernos de Jorge Videla y Reynaldo Vignone, y al lapso comprendido entre los años de 1976 a 1983; sin embargo, la historia concluyó judicialmente apenas este pasado 05 de junio con una condena de 50 años para Videla y de 15 para Vignone. Este par de mandatarios argentinos llevaron a cabo un plan de aniquilación de las huestes no comulgantes de sus ideas, pero la política en cuestión no recayó en los propios disidentes, sino en sus hijos y nietos, NO OBSTANTE QUE ÉSTOS TODAVÍA NO HUBIERAN NACIDO.
En efecto, esto FUE REAL aunque parece guión de una película de ciencia ficción y terror.
Con afanes políticos los hoy culpables instruían separar a bebés, niños y jóvenes de sus familias, pero además, recluyeron a mujeres embarazadas en la ESMA, (Escuela Mecánica de la Armada en la Ciudad de Buenos Aires), que en sí era un centro de detención y tortura, ahí las madres biológicas dieron a luz y fueron separados de sus hijos.
Con el antecedente de ser separados a la fuerza de su madre y familia biológica los sustraídos corrieron diversos destinos a los que en circunstancias comunes hubieran tenido.
Se cree que se afectaron a quinientos niños, quinientas vidas y quinientas familias con esa indescriptible práctica sistemática de terrorismo estatal existiendo casos documentados que miembros de la iglesia colaboraron a la separación de los infantes de sus padres y a la posterior asignación a familias.
Ante esto es posible afirmar que no siempre vivimos la vida que nos corresponde; es intrigante pensar el cómo se enlazan las fuerzas universales para determinar nuestra existencia; al respecto creo que vienen bien a cuento algunas preguntas interesantes como:
· ¿Son siempre y totalmente culpables quienes separan a bebés o a niños de sus padres biológicos no obstante que tal vez ellos mismos hayan a la postre cuidado y educado con amor?;
· ¿Merecen esos cuidadores o padres postizos ser dignos de una atenuante para reducir su pena?; ¿Hasta cuánto?
Reflexionaba lo anterior cuando cayó en mis manos un artículo de Andrés Roemer, En el ring nacemos o nos hacemos[4], el cual inicia con una pregunta: ¿qué habría pasado si Usted volviera a nacer e inmediatamente fuera dado en adopción a una familia completamente diferente a la suya?
Bueno, es evidente que este artículo escrito muchos años después a los sucesos de los niños argentinos tuvo una singular coincidencia con ese asunto, ser publicado el mismo día en el cual la prensa nacional e internacional dieron a conocer la sentencia a los sustractores de varios niños que sin ni siquiera saberlo vivieron en carne propia la pregunta de Roemer.
En el artículo citado, Roemer expresa, con la atingencia de practicante de golf cuando hace hoyo en uno, casos documentados de gemelos monocigótos que corren suertes o vidas parecidas a un cuando están separados desde siempre, ello hace parecer que la epigenética es cierta.
La epigenética son características dadas por la naturaleza las cuales no pueden ser alteradas por el entorno social.
En este marco y volviendo con los niños argentinos cabe preguntarnos:
· ¿La sustracción de sus padres no cambió la existencia de los niños de modo trascendental?
· ¿O en verdad conservaron siempre una esencia idéntica independiente de con quién hayan vivido o crecido?
A hora bien, en otro contexto, en uno más interno me cuestiono:
1. Los hilos del destino nos tiran con fuerza para solamente vivir lo que estos quieren;
2. O en todos los casos somos los hacedores de nuestro propio rumbo.
Yo me inclino a pesar por la última opción: ¿Por qué así lo tengo comprobado? …No.
Así quiero pensarlo.
YURI PAVÓN ROMERO
[1] http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%8Dndice_de_maldad_(programa_de_TV)
[2] De John Katzenbach.
[3] De Philip Kerr. En esta obra se hace referencia a otras publicaciones y ensalzan a algunos asesinos, como Ramón Mercader, quien mató a Trosky con un Piolet o David Blakely Ruth Ellis
[4] http://www.cronica.com.mx/notaOpinion.php?id_nota=674046
Ciudad de México a 07 de julio de 2012
En algún momento intenté desarrollar un pequeño ensayo cuyo objeto fuera la maldad, para cumplir con ese fin, que por cierto, todavía no concluyo, veía con interés el programa de Discovery Chanel llamado “índice de maldad[1]”, seguí las páginas electrónicas tratantes de la vida de Charles Manson, y volví a releer, entre otros, dos libros, el Psicoanalista[2] y Una investigación filosófica[3].
En este contexto, como puedes ver, me documenté de cierto modo que puedo reconocerme como un incipiente conocedor de la maldad gracias a algunos escritores que hicieron sobre este tema tratados extensos y profundos.
Con todo lo anterior es claro que por lo menos en teoría no debo sorprenderme fácilmente de aspectos malignos, bueno, eso creía…
El día de ayer, los diarios, El país de España y la Crónica de hoy en México publicaron artículos sobre un mismo tema, los cuales me arrojaron la reflexión de que la maldad continua siendo compleja, ingraduable e impredecible.
Los artículos periodísticos nos refieren al espacio geográfico en La Argentina, en el cono sur del continente Americano; al espacio político de los gobiernos de Jorge Videla y Reynaldo Vignone, y al lapso comprendido entre los años de 1976 a 1983; sin embargo, la historia concluyó judicialmente apenas este pasado 05 de junio con una condena de 50 años para Videla y de 15 para Vignone. Este par de mandatarios argentinos llevaron a cabo un plan de aniquilación de las huestes no comulgantes de sus ideas, pero la política en cuestión no recayó en los propios disidentes, sino en sus hijos y nietos, NO OBSTANTE QUE ÉSTOS TODAVÍA NO HUBIERAN NACIDO.
En efecto, esto FUE REAL aunque parece guión de una película de ciencia ficción y terror.
Con afanes políticos los hoy culpables instruían separar a bebés, niños y jóvenes de sus familias, pero además, recluyeron a mujeres embarazadas en la ESMA, (Escuela Mecánica de la Armada en la Ciudad de Buenos Aires), que en sí era un centro de detención y tortura, ahí las madres biológicas dieron a luz y fueron separados de sus hijos.
Con el antecedente de ser separados a la fuerza de su madre y familia biológica los sustraídos corrieron diversos destinos a los que en circunstancias comunes hubieran tenido.
Se cree que se afectaron a quinientos niños, quinientas vidas y quinientas familias con esa indescriptible práctica sistemática de terrorismo estatal existiendo casos documentados que miembros de la iglesia colaboraron a la separación de los infantes de sus padres y a la posterior asignación a familias.
Ante esto es posible afirmar que no siempre vivimos la vida que nos corresponde; es intrigante pensar el cómo se enlazan las fuerzas universales para determinar nuestra existencia; al respecto creo que vienen bien a cuento algunas preguntas interesantes como:
· ¿Son siempre y totalmente culpables quienes separan a bebés o a niños de sus padres biológicos no obstante que tal vez ellos mismos hayan a la postre cuidado y educado con amor?;
· ¿Merecen esos cuidadores o padres postizos ser dignos de una atenuante para reducir su pena?; ¿Hasta cuánto?
Reflexionaba lo anterior cuando cayó en mis manos un artículo de Andrés Roemer, En el ring nacemos o nos hacemos[4], el cual inicia con una pregunta: ¿qué habría pasado si Usted volviera a nacer e inmediatamente fuera dado en adopción a una familia completamente diferente a la suya?
Bueno, es evidente que este artículo escrito muchos años después a los sucesos de los niños argentinos tuvo una singular coincidencia con ese asunto, ser publicado el mismo día en el cual la prensa nacional e internacional dieron a conocer la sentencia a los sustractores de varios niños que sin ni siquiera saberlo vivieron en carne propia la pregunta de Roemer.
En el artículo citado, Roemer expresa, con la atingencia de practicante de golf cuando hace hoyo en uno, casos documentados de gemelos monocigótos que corren suertes o vidas parecidas a un cuando están separados desde siempre, ello hace parecer que la epigenética es cierta.
La epigenética son características dadas por la naturaleza las cuales no pueden ser alteradas por el entorno social.
En este marco y volviendo con los niños argentinos cabe preguntarnos:
· ¿La sustracción de sus padres no cambió la existencia de los niños de modo trascendental?
· ¿O en verdad conservaron siempre una esencia idéntica independiente de con quién hayan vivido o crecido?
A hora bien, en otro contexto, en uno más interno me cuestiono:
1. Los hilos del destino nos tiran con fuerza para solamente vivir lo que estos quieren;
2. O en todos los casos somos los hacedores de nuestro propio rumbo.
Yo me inclino a pesar por la última opción: ¿Por qué así lo tengo comprobado? …No.
Así quiero pensarlo.
YURI PAVÓN ROMERO
[1] http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%8Dndice_de_maldad_(programa_de_TV)
[2] De John Katzenbach.
[3] De Philip Kerr. En esta obra se hace referencia a otras publicaciones y ensalzan a algunos asesinos, como Ramón Mercader, quien mató a Trosky con un Piolet o David Blakely Ruth Ellis
[4] http://www.cronica.com.mx/notaOpinion.php?id_nota=674046